El líquido anticongelante o refrigerante es un líquido indispensable para el buen funcionamiento del motor, lo protege de la corrosión, previene formaciones calcáreas en el circuito y hace que funcione con bajas temperaturas exteriores, debido a que es anticongelante.

¿QUÉ ES EL LÍQUIDO REFRIGERANTE?

Se le llama refrigerante porque en su fórmula tiene un compuesto llamado etilenglicol que cambia sus propiedades en función de la temperatura ambiente.

Permite que actúe como anticongelante ante temperaturas bajas evitando que el motor se congele y sin embargo, en temperaturas altas su punto de ebullición aumenta permitiendo combatir el calentamiento del motor.

Son igual de dañinas para el motor las altas temperaturas en verano, que llevan al sobrecalentamiento del motor, como las bajas temperaturas que pueden llevar a la congelación del mismo.

Este líquido también es anticongelante porque evita la congelación del circuito en bajas temperaturas que desencadenaría en graves problemas mecánicos.

El líquido anticongelante también debe ser vigilado, tanto en sus niveles como en su cambio, indicado siempre por el fabricante, suele ser cada dos años o cada 50.000 kilómetros aproximadamente, lo que ocurra antes, tal y como indica la DGT

Para rellenarlo es conveniente acudir al taller no porque sea difícil el cambio si no porque hay que asegurarse de que el que ponemos es el correcto, además de verificar que los conductos no se encuentran obstruidos.

No tener los niveles correctos de los fluidos del vehículo puede hacer que no pasemos la ITV del vehículo, tal y como indicábamos en este post.

¿QUÉ PASA SI ME QUEDO SIN LÍQUIDO ANTICONGELANTE?

Aunque todo es posible, es improbable que el circuito tenga fugas ya que es hermético.
Si nuestro vehículo se queda sin líquido refrigerante suficiente el motor no tardará en verse resentido y pueden producirse averías irreparables.

Si nuestro vehículo ha perdido líquido anticongelante con bajas temperaturas, es probable que el motor no pueda arrancar debido a que sus componentes se han quedado congelados.

En estos casos, debemos evitar arrancar el motor ya que es posible que se origine una rotura del circuito o que se bloquee el motor.

Por ello, debemos vigilar con frecuencia el nivel del líquido anticongelante.

Para facilitar esta tarea, el depósito del mismo no es opaco y su contenido suele ser de un color llamativo, lo que facilita comprobar la cantidad existente sin necesidad de usar un nivel.

Los niveles siempre se comprueban cuando el vehículo se encuentra en terreno sin desnivel y completamente frío para que parte de ese líquido no se quede en el circuito.

En el exterior del depósito vienen marcados los niveles máximo y mínimo. El líquido debe estar situado entre ambas marcas, pero más cercano al nivel máximo que al mínimo.

¿CUÁLES PUEDEN SER LAS CAUSAS DE LAS PÉRDIDAS DEL LÍQUIDO ANTICONGELANTE?

• La existencia de una tapa del radiador o bien del sistema de presión del líquido refrigerante deteriorada provocando que éste se evapore.
• Manguito o manguera estropeada por el desgaste.
• Fuga por la manguera o la abrazadera, complicada de detectar si no es considerable.
• Sistema de refrigeración sobrecargado.

¿QUÉ PASA SI ME EXCEDO CON EL LÍQUIDO ANTICONGELANTE?

Por todos es conocido que todo en extremo es perjudicial.

Excedernos en el nivel de anticongelante puede provocar daños permanentes debido a que se supere la temperatura óptima para el funcionamiento del motor, que se sitúa aproximadamente en 90 grados.

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