Antes o después todo conductor debe hacer frente a una rueda pinchada. El hecho de enfrentarse a su cambio, puede suponer un problema para muchos conductores.
La carretera no está exenta de posibles contratiempos y uno de los más probables que nos puedan ocurrir es el pinchazo de una de las ruedas de nuestro vehículo.
¿Cambio yo mismo la rueda o pido ayuda a la asistencia en carretera?
Cambiar la rueda de tu vehículo es algo relativamente sencillo.
Pasos para cambiar la rueda del coche de manera fácil y rápida
• Situar el vehículo en un lugar llano y alejado del tráfico.
Debemos evitar que el vehículo se desplace durante la maniobra. Si no es posible encontrar un lugar que cumpla con estos requisitos, quizá sea más adecuado contactar con la asistencia en carretera.
Si hemos encontrado un lugar adecuado, lo primero que debemos hacer es señalizar el lugar con el triángulo de emergencia, equiparnos con el chaleco reflectante y activar la baliza luminosa V-16.
De esta manera seremos visibles y evitaremos ser arrollados por los vehículos que están en circulación.
Antes de comenzar debemos asegurarnos de que el vehículo está inmovilizado, con el motor apagado y el freno de mano echado.
• Colocar el gato en la posición correspondiente y alzar el vehículo.
Una vez tengamos al alcance todas las herramientas que nos harán falta durante la operación, esto es, el gato, la llave que nos permita manipular las tuercas o en su defecto, el adaptador para aflojar las tuercas de seguridad, además de la rueda de recambio.
El gato tiene que ir colocado en las incisiones o marcas indicadas en la parte inferior de la carrocería.
Si no lo vemos claro, podemos el lugar correcto vendrá indicado en el manual de instrucciones proporcionado con el vehículo.
Antes de utilizar el gato, deberemos aflojar las tuercas de la rueda lo suficiente para que una vez tengamos el coche elevado, no tengamos que esforzarnos para aflojarlas.
Deberemos elevar el vehículo lo suficiente para que podamos retirar la rueda pinchada y que nos permita colocar la de repuesto que ocupará más espacio al estar hinchada.
• Retirada de la rueda.
Tras retirar las tuercas, retiraremos la rueda y la colocaremos tumbada debajo del coche como precaución para prevenir que se venga abajo el vehículo ante un posible fallo del gato.
• Instalación de la rueda de repuesto.
Antes de colocar la rueda, deberemos fijarnos en la posición de los tornillos. Será más fácil si colocamos primero los de la parte superior y así, al instalar los inferiores, no deberemos cargar con el peso de la rueda.
Aún con la rueda sujeta, apretaremos las tuercas hasta que percibamos que la rueda encaja perfectamente, sin balancearse.
• Baja el vehículo.
Cuando el vehículo se encuentre en el suelo, acabaremos de apretar los tornillos todo lo posible.
Comprueba que la llave con la que vas a apretar las tuercas se encuentra bien colocada. De esta manera evitarás golpearte con ella.
A continuación, deberemos asegurarnos de que la presión de la rueda es la adecuada.
Para ello, si carecemos de un compresor, deberemos acercarnos a la estación de servicio más cercana para confirmar que la presión de la rueda que acabamos de instalar es la indicada por el fabricante del vehículo.
Rueda de galleta
Es usual que la rueda de repuesto no sea de la medida convencional, si no que se trate de una rueda de una anchura inferior a la que utiliza el vehículo de manera usual.
Este tipo de rueda es lo que denominamos como “rueda de galleta” y tiene algunas limitaciones a la hora de circular con ella.
Con ella, nos veremos obligados a circular a la velocidad indicada por el fabricante, que suele ser una velocidad máxima de 80 Km/hora.
Exceder la velocidad indicada por el fabricante o recorrer más kilómetros de los debidos puede hacer que el neumático reviente.
La rueda de galleta es un elemento que está diseñado para recorrer un trayecto corto, ya que su función es poder trasladarnos a un taller cercano para sustituir o arreglar la rueda que nos ha ocasionado el percance.
Se aconseja no recorrer más de 200 kilómetros y la conducción no se asemeja a la habitual.
En el caso de olvidar que circulamos con ella, podríamos dañar la rueda o incluso el propio vehículo ya que al ser una rueda de diferente tamaño, compromete la estabilidad del vehículo.
Kit antipinchazos
Muchos fabricantes incluyen un kit antipinchazos en lugar de una rueda de repuesto ya que ocupan poco espacio, pesan poco y el gasto para el fabricante es menor.
El kit antipinchazos únicamente te solucionará el inconveniente si se trata de un pinchazo. Si revienta la rueda deberemos ponernos en contacto con el servicio de asistencia en carretera.
Se compone de un bote con espuma sellante y un compresor con el que introducimos la espuma e hinchamos el neumático.
Puede resultar más sencillo que el cambio de una rueda, ya que suprimimos hacer fuerza para aflojar o apretar tornillos.
La espuma sellante del kit tiene una caducidad de cuatro años desde su fabricación.
Reponerlo tiene un coste de unos 50 euros, además debemos añadir el coste de la reparación del neumático.
La DGT y la Guardia Civil, para evitar en todo lo posible problemas con las ruedas en nuestros desplazamientos, recomiendan no usar neumáticos de 10 años de antigüedad o llevarlos en tu vehículo más de cinco años y llevar los neumáticos adecuados a cada estación tal y como recomendábamos en este post.