¿Qué es el Carsharing?

Para desplazarte dentro de una gran ciudad existen muchas opciones. Pero el coche siempre nos da cierta libertad ya que no dependemos de horario ni rutas marcadas. Ahora imagina que vives en una ciudad con restricciones de movilidad y tu coche no cumple la normativa. El Carsharing te da la solución.

En una época en la que la forma de adquirir un vehículo nuevo, con opciones como el Renting o el Leasing, y nuevos sistemas de propulsión en nuestros vehículos para lograr una movilidad más sostenible están a la orden del día, el Carsharing nos ofrece otra posibilidad para desplazarnos.

Pero, ¿qué es el Carsharing?

Carsharing: ¿qué es?

El carsharing es un servicio de alquiler de vehículos de uso temporal, normalmente cortos espacios de tiempo como una hora. Los vehículos que suelen contar con este servicio son vehículos eléctricos o híbridos, los más respetuosos con el medio ambiente.  De esta forma, cumplimos las restricciones de algunas ciudades y probamos un vehículo que a lo mejor más adelante nos interesa adquirir en propiedad.

Además es la solución para muchos problemas que se generan por el exceso de coches en las grandes ciudades. De media el uso de un coche privado viene a ser de una hora al día, con lo cual son 23 horas al día que tenemos el vehículo parado ocupando un aparcamiento.

Existen diferentes tipos de carsharing según para quién vaya dirigido: el carsharing corporativo y para particulares.

Carsharing corporativo

También llamado carpooling corporativo se trata del uso compartido de vehículos de la flota de la empresa. Los operadores de Renting van incluyendo o actualizando este tipo de servicios para dar más opciones a las empresas. Estas compañías de renting , con las nuevas tecnologías y sistemas telemáticos que desarrollan, ofrecen a la empresa la posibilidad de compartir con más empleados los vehículos disponibles en la flota de la empresa. Permiten al trabajador reservar un vehículo para su uso al igual que si se tratara de una sala de juntas. Esto también reduce el tiempo de parada de las unidades, evitando que pasen días en el parking de la compañía.

El funcionamiento es fácil. Los trabajadores cuentan con una plataforma digital en la que deberán darse  de alta. Una vez realizado el registro ya pueden acceder al servicio. El empleado dispone del vehículo en su empresa y realiza sus desplazamientos. Una vez haya finalizado el trayecto vuelve a estacionar el vehículo en el mismo lugar donde accedió a él.

Carsharing  para particulares

Hay varias formas de carsharing para particulares pero la más extendida en las ciudades es la del carsharing flexible, que no dispone de entrega y recogida en un lugar fijo. Sí que existe un “radio de acción” pero dentro de esa zona podremos aparcar el vehículo donde nos venga mejor. A través de la App en nuestro Smartphone podemos localizar el vehículo más cercano y reservarlo. Según el modelo y la tarifa escogida pagaremos por el tiempo que hayamos utilizado el vehículo. Los gastos del vehículo están incluidos (combustible, impuestos, seguro…)y podremos registrarnos , pagar y desbloquear el vehículo a través de la aplicación de nuestro Smartphone

Siniestros o multas

Una de las preguntas que se hacen los usuarios es: ¿qué ocurre si tengo un siniestro? En este tipo de servicios está incluido un seguro a todo riesgo, que incluye el vehículo y los daños personales. Eso sí, suelen tener franquicia por lo que el importe por el valor de la franquicia correrá a cargo del usuario.

Otra pregunta habitual es: ¿y si cometo una infracción durante el uso del vehículo? Mediante la aplicación hemos realizado un registro y en todo momento se tiene conocimiento de la persona que está conduciendo. En ese caso la multa le llega al infractor, como si de suvehículo se tratase.

Origen y actualidad del carsharing

Este concepto de préstamo de vehículos es originario de Suiza, que comenzó con este modelo de negocio en 1987. En España es en el año 2005 cuando desembarca esta nueva alternativa de movilidad de la mano de Avancar, en Barcelona.

En la actualidad son ya más de 600 ciudades a nivel mundial donde podrías contar con este servicio. Actualmente, el primer operador español que incluyó este servicio, Avancar, ya cuenta con más de 8.000 socios y una flota de 120 vehículos. Opera tanto en Barcelona como en Madrid.

Aunque este modelo de negocio está en auge, sufrió un bache en 2020 con la llegada de la pandemia. El coronavirus nos obligó a extremar las medidas de higiene y seguridad hasta el punto que cada vez eran menos las personas dispuestas a conducir un coche que había sido utilizado por un desconocido. Ese mismo año la Dirección General de Tráfico reconoció la importancia de los servicios de uso de coche compartido para una movilidad más eficiente y por ello tratan de fomentarlos.  A consecuencia de ello se crearon estacionamientos exclusivos para estos vehículos que contarán también con una pegatina identificativa para poder distinguir los vehículos compartidos de los particulares.

Movilidad sostenible y carsharing

Hasta hace unos años la idea de ser propietario de un vehículo era la más extendida y esa idea ha promovido que en las últimas décadas se triplique el número de vehículos en nuestras carreteras. El Carsharing nos permite usar el vehículo sólo en el momento puntual en el que vamos a desplazarnos. En las grandes ciudades ayuda a reducir el número de vehículos lo que supone una reducción en las emisiones de CO2 e incluso elimina gastos innecesarios al usuario, que sólo paga por el tiempo que lo utiliza.

El Carsharing también nos ayuda a descubrir los coches que disponen de la etiqueta CERO. Actualmente también existen servicios de uso compartido tanto de motos o bicicletas eléctricas como de patinetes eléctricos. De este modo contribuimos a disminuir las emisiones nocivas y a cuidar el planeta.

En definitiva, otra opción más que nos ofrece una movilidad cómoda y eficiente, que nos evita gastos innecesarios a los usuarios particulares, más empleados con disponibilidad de vehículo en las empresas y un menor número de vehículos en las grandes ciudades.