El uso de los vehículos eléctricos está normalizado en nuestro día a día pero su mantenimiento sigue generando dudas para muchos.
El transporte sostenible es clave para reducir la huella del impacto mediambiental. Por este motivo cada vez es mayor el número de conductores que optan por un transporte que no contamine.
Pero ¿Qué mantenimiento debe seguir mi vehículo eléctrico? ¿Con qué frecuencia debo llevar a cabo esos mantenimientos?
MANTENIMIENTOS DEL VEHÍCULO ELÉCTRICO
BATERÍA
Componente fundamental del vehículo eléctrico, además de ser el más caro y el más delicado.
En un coche eléctrico, el conjunto mécanico, formado por los componentes del motor, no requieren demasiados mantenimientos.
Sin embargo, las baterías se van degradando y perdiendo su capacidad con los usos.
La batería es la fuente de energía de la que se alimenta nuestro vehículo para moverse y aunque su vida útil no va más allá de los 200.000 kilómetros, realizar un buen uso de la misma, hará que alarguemos su vida útil todo lo posible.
Como hemos comentado en múltiples ocasiones, las baterías de los vehículos eléctricos, nos permiten hacer tanto cargas rápidas como más lentas.
Las cargas rápidas, pueden resultarnos muy convenientes si nos encontramos de viaje, pero llevan a un sobrecalentamiento de la batería pudiendo dañar alguna de sus celdas.
Por este motivo, los fabricantes recomiendan utilizar las cargas rápidas únicamente en caso de necesidad.
Aunque con los nuevos sistemas de refrigeración y las nuevas baterías como las de electroliltos, van a hacer que se mitigue en gran medida esa degradación.
¿Qué debemos hacer?
– Evitar cargar la batería al 100% ya que de esta manera se reduce su vida útil.
– Hacer las cargas en tomas de carga lenta, tales como las que podemos tener en el garaje de nuestra casa, siempre que sea posible.
– Evitar la descarga total. Dejar la batería totalmente descargada, es más peligroso que dejarla totalmente llena, ya que perdemos capacidad de la misma.
En el caso de que vayamos a dejar nuestro vehículo inmovilizado durante mucho tiempo , es recomendable dejarlo con mucha carga para que vaya descargándose solo.
Las condiciones climatológicas también afectan al funcionamiento y a la vida útil de las baterías.
En el caso de tener un ambiente caluroso, deberemos estacionar el vehículo a la sombra siempre que sea posible para evitar que las elevadas temperaturas puedan afectar su uso.
Si por el contrario, nos encontramos en un ambiente frío, lo mejor es resguardar el vehículo de las bajas temperaturas
NEUMÁTICOS
El procedimiento es el mismo que en los vehículos de combustión. Revisaremos la presión y el desgaste de las ruedas tal y como te indicábamos en este post .
El desgaste de las ruedas en un vehículo eléctrico es mayor debido a:
– Los neumáticos de los vehículos eléctricos llevan una carga más pesada debido a las baterías.
– La mayor masa aumenta la distancia de frenado, por lo que debemos cuidar especialmente el agarre óptimo de los neumáticos.
FRENOS
Al contrario de lo que ocurre con los neumáticos, la vida útil de las pastillas de freno es mayor en un vehículo eléctrico que en uno de combustión.
Esto se debe a que con la frenada regenerativa, es el propio motor el que detiene el coche
reduciendo el desgaste de las pastillas.
Aunque retrasemos el cambio de las pastillas de freno, sin embargo, el líquido de freno debe revisarse con frecuencia y cambiarse cada dos años.
Lo mismo pasa con los filtros del aire o el de combustible, las bujías, los precalentadores, el embrague, la correa de distribución o el tubo de escape, el el aceite y su correspondiente filtro.
No debemos olvidar comprobar frecuentemente el nivel del líquido del limpiaparabrisas y del líquido refrigerante que, además de la suspensión, la amortiguación o la dirección del vehículo, debe cambiarse cada diez años.
Debido a que los coches eléctricos tienen menos piezas y componentes, su mantenimiento supondrá un menor desembolso económico frente a un vehículo de combustión.